Estas equipado, completo, plenamente vivo. Tienes todo lo necesario para ser feliz. En ti está configurado todos los recursos neurológicos, fisiológicos y espirituales necesarios para realizarte al cien por ciento. Naturalmente, no estás acabado continuas aprendiendo, transformando tu vida, profundizando y descubriendo tu grandeza.
No obstante, requerimos evaluar nuestros esquemas mentales, es decir, nuestras programaciones. Las programaciones determinan a que le prestas atención y los significados que le das a los diversos acontecimientos en tu vida. Todos tenemos programaciones que hacen la función de filtros perceptuales, estos generalizan, omiten y distorsionan la información recibida. Las emociones son indicadores fisiológicos que te dejan saber la calidad de tus programaciones.
En términos generales ¿Cómo te sientes la mayor parte del tiempo? ¿Cuánto te quejas? digamos de tu familia, de tu trabajo o de tus relaciones. Es importante que puedas darte cuenta si el elemento en común es la carencia. La programación de la carencia es un enorme obstáculo que te impide darle paso a la satisfacción, ya que por más que tengas nunca será suficiente ya que siempre querrás más. La mentalidad de carencia distorsionan las cosas de tal manera que no te darás cuenta que estas completo y por ende alcanzar un sentido pleno de satisfacción en tu vida.
Aprecia, celebra y agradece tu presente. ¡Date cuenta! Enfócate en toda la abundancia que está a tu disposición con tan solo activar nuevas programaciones que te permiten contemplar los acontecimientos como grandes oportunidades para continuar desarrollándote. Vive para hoy, tienes el conocimiento y la habilidad. Estas completo solo requieres actualizar tus programaciones mentales de manera que no se interpongan en la realización de todo lo que estas llamado a ser. La realización plena de tu ser procede de un compromiso serio con la vida llena de propósito, con la aspiración a ideales más elevados. Allí se encuentra la verdadera felicidad.